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El punto clave

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Si leíste mi artículo anterior (el pozo del conformismo) quizás compartirás, o quizás no :-D, algunas de las ideas planteadas. Quizás te parecerá razonable pensar que estamos enganchados a la comida (productos no sanos, ocio basado en comida, …) a las redes, a Netflix, a las noticias engañosas, a un sistema sanitario que nos cronifica en vez de sanarnos, a un sistema político y financiero del que parece que no podemos salirnos, a un sistema educativo que nos ha convertido y convierte a nuestros hijos en ladrillos todos iguales, etc.

Pero ese no es el punto importante. Esa es la consecuencia, como te comentaba en el correo anterior, de haber delegado a otros nuestro poder y nuestra capacidad de decidir dónde atendemos. Y como te decía no importa de donde viene, lo que importa es que sucede.

Ayer mismo estaba en la peluquería cortándome el pelo, y hablaba de esto con el peluquero… y le comentaba de la importancia de recuperar nuestra capacidad de decidir, pero no desde una revolución externa sino desde una capacidad interna de elección, de poder separar aquello que nos hace bien de lo que nos hace mal. El poder ver más allá del piloto automático y dejar de ser ovejas de un rebaño. Y aunque vayamos en grupo, poder hacerlo voluntariamente y no movidos por unos intereses económicos o unas luchas de poder impulsadas por unos terceros.

¿Y sabes que me dijo él? No pierdas el tiempo. Es que a la gente ya le gusta estar así.
Personalmente considero que no es así. Aquellas personas que se conforman, es precisamente porque se conforman. Pero cuando les pregunto “qué prefieren” siempre prefieren salir de allí, lo que pasa es que el sistema nos abastece con millones de “estímulos placenteros” a cada segundo, y eso nos da la sensación de que todo está bien.

Aquí viene mi primera pregunta. ¿Qué piensas tu de esto? ¿Las personas que conoces prefieren ser controladas?

Y como te decía al principio del correo, el punto clave no es cambiar el panorama externo, sino detectar tus puntos ciegos, tus mecanismos de sabotaje, lo que usas para no darte cuenta de que no eres feliz.
¿Qué pasaría si todos pudiéramos atender a esos puntos ciegos, y al entrar a un supermercado, nadie, es decir nadie NADIE, comprara comida procesada, comida con azúcar (lo ponen hasta en el jamón serrano), productos producidos en masa con tratamientos químicos, carne o pescado fruto del maltrato animal, … y simplemente pudiéramos sostener esa necesidad de tapar con galletas, pizzas, nutella, … y elegir desde lo que realmente necesitamos y nos hace bien? ¿Qué pasaría con la industria alimentaria? ¿Y qué crees que pasaría si no tomáramos medicamentos como caramelos?

Recibo varios mensajes de personas que me comentan que estan en bucle. La mayoría de personas o es por tema económico, o es por tema de pareja. Personas que ya se dan cuenta de que su problema tiene que ver con ell@s pero no saben como salir del bucle.

  1. Quizás has hecho ya mucha terapia y en algunas de ellas has visto de donde viene el problema, pero sigue allí. Deja de centrarte en el pasado. Está muy bien para poder entender lo que pasa, pero la solución está Aquí y Ahora.
  2. Ahora mismo hay una serie de decisiones que tomas en tu vida, de las que no eres consciente, que te llevan siempre al mismo punto del laberinto. Obviamente eliges las que te gustan, y descartas las que no te gustan. Si sigues haciendo esto, cada vez irás sesgando más tu percepción, y cada vez te gustarán menos cosas y te disgustarán más cosas (por eso cuando nos hacemos mayores somos gruñones jajajajaja)
  3. Empieza por mover ficha en direcciones en las que nunca moverías ficha. “Nunca me instalaría Tinder”. Te invito a probarlo. Nunca iría a un retiro de “x”, hazlo. Nunca invertiría 100€ cuando casi no llego a fin de mes. Hazlo (con cabeza, infórmate). Nunca quedaría con ese tipo de personas. Pruébalo. Nunca llamaría a esa persona, o haría un curso de marketing, o me vestiría de tal manera, o, o, o… Te invito a hacer lo que tu crees que no deberías hacer. Los “deberías” te  limitan. Te encasillan. Y esos deberías son fruto de esa estructura psicológica interna tuya que es tu cárcel. Eso que para tí es un “debería” posiblemente no lo sea para la persona que tienes al lado.
  4. Aprende a poner atención al tipo de ruido que tienes en tu cabeza. Tu mente te da más de lo que le parece que te gusta consumir. Si consumes pensamientos negativos sobre el tipo de pareja que vas a encontrar, tu mente como buena sirvienta que es, te proporciona más pensamientos de este tipo, que a su vez alimentan emociones que de nuevo retroalimentan los mismos pensamientos, que propician que tu cuerpo segregue hormonas a las que se vuelve adicto, y etc etc etc…. ya puedes ver por donde van los tiros.

¿Cuál es el punto clave?

Domestica a tu mente. Aprende a descartar los pensamientos que no te sirven y a nutrir los que si.

¿Per cómo hago eso? Si mi mente va loca. No me doy ni cuenta de lo que pienso. Me pongo a caminar, pasan 20 minutos y me he contado 200 “milongas” a la velocidad del rayo y que además no me llevan a ningún lado.

La mejor manera de hacerlo que conozco, que a la vez te empodera, es meditando. La meditación te permite cultivarentrenar la capacidad de darte cuenta. La capacidad de ver como surge un pensamiento y la fuerza para poder decidir si sigues esa historia, o cambias de capítulo. El acto de “tirar a la papelera” un pensamiento y esperar al siguiente para decidir si te lo quedas o lo tiras de nuevo es el acto de más poder personal que conozco.

Lo cambia todo

Te animo a ponerte a meditar como si no hubiera un mañana (¿Existe un mañana?😄 Esa es una pregunta para otro correo)

¡Un abrazo!

Alex

P.D.: Si quieres empezar tu proceso de domesticar tu mente, con un grupo de personas que te acompañan en el camino de darte cuenta, de cultivar la atención, para meditar en directo varias veces al día,…  ya sabes que estamos aquí, a través del programa Haz Que Suceda.


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